La ética está relacionada con el comportamiento humano y la búsqueda de sentido, una disciplina que plantea un espacio de reflexión sobre lo que constituye la humanidad, la felicidad y la forma como la persona se relaciona con los demás en el contexto que habita. Para lo cual es necesario reconocer y acatar un conjunto de normas y principios que regulan el comportamiento, toda vez que cada una de las decisiones que toma de manera individual, repercute en el accionar del colectivo. El psicólogo como ser humano, está inmerso en el mundo y es susceptible a lo que ocurra en él, afectándolo y afectándose. Es necesario, por tanto, que el psicólogo en formación, conozca las implicaciones de su actuación profesional, posibles problemáticas a enfrentar, cómo intervenirlas y tener herramientas adecuadas que faciliten la fundamentación del razonamiento ético, al tomar una decisión en el contexto profesional. Afrontando con responsabilidad las consecuencias que se deriven de su actuación profesional, así como la contribución hacia el bienestar individual y colectivo. Desarrollando capacidades como un ser humano íntegro, con un profundo sentido de compromiso ético, promotor de la cultura de la vida, con una alto compromiso cívico, político y ciudadano.