Teorizaciones acerca de procesos de aprendizaje vienen favoreciendo posturas introspectivas en las que prevalecen explicaciones de lo que pasa internamente en el cerebro durante procesos de aprendizaje. Sin embargo, el aprendizaje es resultado de la interacción social: es por medio de la comunicación, la participación, y el intercambio social, cultural, histórico, emocional, intelectual etc., que el conocimiento se forma y se transforma. Es  por esto que se hace necesario entender la formas en la que, a través del tiempo y por medio  de la interacción, los seres humanos construyen, negocian, forman y transforman conocimientos.