La Educación Inclusiva es una respuesta a la realidad de la diversidad en la escuela. Su principal fundamento se encuentra en la Declaración de los Derechos Humanos y el reconocimiento de que todos los seres humanos son diferentes, lo cual promueve el reconocimiento y el respeto a la diversidad. Por consiguiente, atender la diversidad supone una serie de acciones que den respuesta a las necesidades, contextos, intereses y características de cada uno de los estudiantes, en escenarios de igualdad, teniendo en cuenta los apoyos y ajustes que se requieran.

 

Durante la última década en Colombia, el sistema educativo ha venido dando importantes avances en el reconocimiento y la atención a la diversidad de los estudiantes en los diferentes procesos de formación. Esto, teniendo como premisa las propuestas realizadas por movimientos como el de Educación para Todos (1990), los trabajos de la UNESCO, la Convención de los Derechos del Niño (1992), la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006), el Decreto 1421 por el cual se reglamenta la atención educativa de la población con discapacidad (2017) y el Foro Internacional sobre Inclusión y Equidad en la Educación, “Todas y todos los estudiantes cuentan” (2019), buscan disminuir las brechas de deserción escolar, aumentar la cobertura de los servicios educativos, impulsar la calidad de la educación y transformar políticas, prácticas y culturas.

 

Desde un punto de vista específico de la Licenciatura en Educación Infantil, las transformaciones en las prácticas pedagógicas inclusivas promueven actividades en el aula y en el ámbito extraescolar que permiten la participación de todos los estudiantes, reconociendo y valorando sus capacidades, por lo anterior la propuesta del Diseño Universal para el Aprendizaje, ha sido una alternativa para fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, elemento transversal durante todo el semestre académico.

 

El espacio de formación de educación inclusiva, invita a la generación de “alternativas para la solución de múltiples y complejos problemas de carácter social, emocional y escolar, mediante un trabajo interdisciplinario, competente y solidario, resultado de la acción articulada de investigación y docencia, que mira al bien común, a la convivencia y cooperación entre los hombres, sin discriminación alguna, y al reconocimiento incondicionado de la vida humana, de la persona y de la familia en la sociedad” como lo especifica el perfil del estudiante de la Facultad de Educación